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La deforestación mundial en cifras y perspectivas

Entre 1961 y 2011 nuestro planeta ha perdido 183.8 millones de hectáreas de bosques, de acuerdo a datos de la FAO. Esta tendencia continúa, seguimos derribando bosques para obtener madera, para convertirlos en tierras cultivables y poder sacar minerales de sus suelos.

Los datos de la Global Footprint Network son similares, en las mismas 5 décadas, la Tierra perdió 365.5 millones de hectáreas globales de bio-capacidad forestal. Esto significa que la capacidad de nuestro planeta de regenerar sus bosques disminuye año a año.

Por otro lado, la demanda global de productos del bosque, como madera y papel, ha subido en un 41 por ciento en las mismas décadas.

Si asumimos que las emisiones de carbono no continuarán aumentando, y que dejásemos de talar bosques. Necesitaríamos el doble de la capacidad actual de los bosques para absorber todo el carbono de las emisiones globales. Esto significaría entonces, que necesitaríamos re-popular de bosques nativos (no plantaciones) casi la totalidad de las tierras cultivadas en el planeta.

En cuanto a la biodiversidad, los bosques tropicales, que cubren un 7 por ciento de la superficie del planeta, son el hábitat de 2/3 de las especies terrestres. Las tendencias de deforestación continúan en gran parte de África y Asia, sin embargo, todo parece señalar que esta tendencia se habría revertido en el Amazonas brasilero, que contiene un 27 por ciento de la bio-capacidad forestal del planeta.

Por otro lado, podemos encontrar algunas cifras prometedoras de algunos países que han logrado aumentar sus bosques. China logró detener su deforestación en 1989, expandiendo sus bosques en 47 millones de hectáreas. Según cálculos de la Global Footprint Network, esto se traduce en un 33 por ciento de incremento en la capacidad biológica. Mientras que Costa Rica detuvo su tremenda deforestación a mediados de los 80s luego de sufrir un 47 por ciento de pérdida bio-forestal desde 1961.

Todavía estamos a tiempo de revertir esta peligrosa tendencia, tomemos conciencia de nuestro consumo y ayudemos a promulgar leyes nacionales e internacionales para proteger los bosques del mundo.

Nota: Si bien algunas de las cifras citadas consideran como bosque las plantaciones con fines productivos (eucaliptus, pino, palma, etc) creo que es importante distinguir entre estos y los bosques nativos. En mi opinión sólo debiesen considerarse estos últimos como verdaderos bosques capaces de ‘limpiar’ la atmósfera y al mismo tiempo servir de ingreso en productos no madereros.

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