
MAPS Chile: GNL e hidroeléctricas en Aysén serían las medidas más eficaces para bajar las emisiones
El proyecto MAPS Chile (Mitigation Action Plans and Scenarios) presentó los resultados de la Fase 2 de investigación. Este proyecto busca contribuir a identificar opciones eficientes, efectivas y factibles para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y avanzar hacia un desarrollo bajo en carbono. Los resultados de la investigación de esta iniciativa del gobierno, proporcionan herramientas para informar la postura del país en las negociaciones internacionales sobre el cambio climático.
El informe contempla las emisiones proyectadas bajo distintos escenarios de mitigación, incluyendo el base que no considera ninguna medida después del 2012, los análisis entregan información de costos sectoriales y nacionales.
Los resultados del informe de MAPS tienen el objetivo de informar tanto al gobierno como al mundo académico y organizaciones de la sociedad civil, especialmente con el fin de cumplir el compromiso del gobierno chileno de reducir sus emisiones. En diciembre de este año se espera que el anteproyecto de reducción de emisiones esté disponible para consulta pública.
El informe de MAPS identifica al sector generación eléctrica y transporte de electricidad como el que más contribuye en emisiones en el país. Las medidas que se consideran más eficientes para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero que provienen de este sector económico son: Aumento sustantivo de la generación con GNL (Subsidio al GNL) con una reducción promedio anual de 11,9 tCO2eq y Expansión hidroeléctrica en Aysén con una reducción promedio anual de 12 tCO2eq
Estas dos medidas presentan graves contraindicaciones: La construcción de represas en Aysén destruirá ecosistemas casi impolutos en la Patagonia chilena, con un efecto no solo local, sino que también afectará a toda la vida marina del sur del continente. Por otro lado, estas represas requieren de la construcción de un nuevo tendido eléctrico que atravesará todo el país por más de 2000 kilómetros. Por otro lado, tenemos que la oposición ciudadana a este tipo de proyectos.
El aumento de la generación con GNL implica importar grandes cantidades de este hidrocarburo al país. Las mayores reservas de gas en el mundo se encuentran hoy en forma de esquisto (shale gas), la extracción de estas reservas no solo contribuye a liberar y quemar más gases de efecto invernadero, sino que a contaminar reservas de agua subterránea. Recientes estudios indican que durante el proceso de fracking se liberan importantes cantidades de estos gases a la atmósfera.
¿Estamos diciendo entonces que para desarrollar un país con una menor huella de carbono lo más conveniente es destruir la Patagonia e importar shale gas? ¿Dónde queda el tremendo potencial que tiene Chile para producir energía de fuentes renovables no convencionales?
El informe también contempla el desarrollo de ERNC, específicamente: Incentivos a una tecnología ERNC específica – Eólica, con una reducción promedio anual de 5 tCO2eq; Incentivo a una tecnología ERNC específica – Solar fotovoltaica, con una reducción promedio anual de 2,7 tCO2eq; y la Modificación de la Ley ERNC (30/30), con una reducción promedio anual de 6,2 tCO2eq.
Enfoquémonos entonces en este tipo de iniciativas que tienen un gran potencial de mitigación, menores ‘fugas’ de emisiones y la posibilidad de ser desarrolladas en menor escala por la comunidad. Implementemos políticas que incentiven la instalación de molinos eólicos y paneles solares en sectores rurales y urbanos, comprometiéndose el gobierno/empresa a comprar la generación entregada al sistema, facilitando la compra e instalación de los materiales y capacitando a los ciudadanos. Con estas medidas sí que podemos disminuir las emisiones de carbono y al mismo tiempo crear una sociedad más justa.